Banco Sabadell ha lanzado este jueves una recompra de un bono subordinado de 500 millones de euros con un vencimiento a 2026 y un cupón de 5,625%, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Según explica la entidad, el motivo de la recompra es, entre otros, la gestión «proactiva» de sus recursos de capital regulatorio y de requerimiento mínimo de fondos propios y pasivos elegibles (MREL, por sus siglas en inglés).
Este bono está sujeto a la ley inglesa que implica que, tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, supone que está sujeto a la legislación de un tercer país. Esta emisión no incluye una cláusula de reconocimiento contractual de la resolución u otras acciones de amortización o conversión (‘bail-in’), por lo que desde el 28 de junio de 2025 han dejado de computar como capital de nivel 2.
La recompra se dirige a alguno o todos los bonos de la emisión, aunque Sabadell especifica que, si quedan en circulación una vez se cierre la recompra, tiene intención de considerar el ejercicio de sus derechos de amortización disponibles, para lo cual ha recibido la autorización del Banco Central Europeo (BCE).
Cualquier decisión futura que tome en relación con una posible amortización de los bonos que queden en circulación se hará en base a criterios económicos, teniendo en consideración no solamente el valor de los bonos desde un punto de vista regulatorio en ese momento y en el futuro, sino también el coste relativo de financiación u otras cuestiones relativas a las agencias de calificación, y atendiendo igualmente a las circunstancias existentes en dicho momento.
La oferta ha dado comienzo este mismo jueves 3 de julio y terminará a las 17.00 horas del 9 de julio, salvo que Sabadell decida lo contrario.
Sabadell pagará un precio en efectivo igual al 102,0% del importe nominal, de 100.000 euros, de los bonos en circulación que sean aceptados para su recompra, es decir, desembolsará 102.000 euros por cada bono. Además, pagará los intereses devengados, para lo que calculará los importes debidos y pagaderos a los bonistas en la fecha de liquidación (prevista para el 11 de julio) y su cálculo será definitivo y vinculante, salvo error manifiesto.