La empresa española de tecnología y defensa Indra ha ingresado en el índice europeo Stoxx 600, pero su debut se ha visto empañado por una caída del 2,9% en el valor de sus acciones. Este descenso se atribuye a la incertidumbre geopolítica tras los recientes ataques de Estados Unidos a infraestructuras nucleares iraníes. En la última semana, las acciones de Indra han caído un 7,5%, influenciadas también por la decisión de España de no comprometerse al aumento del gasto en defensa al 5% del PIB, como acordaron otros países de la OTAN.

El valor de Indra se sitúa ahora en torno a los 33 euros por acción, acercándose al precio objetivo de los analistas de 33,31 euros. A pesar de la caída, el 55,6% de los analistas mantiene una recomendación de compra. El presidente de Indra, Ángel Escribano, ha descartado la venta de la filial Minsait y aboga por fortalecer el tamaño del sector defensa en España. Además, el Banco Europeo de Inversiones ha anunciado un importante acuerdo de financiación con Indra para proyectos de defensa en el marco de su expansión de inversiones en seguridad.

Este debut en el Stoxx 600 marca un hito para Indra, consolidando su posición como una de las principales empresas tecnológicas y de defensa en Europa.