Los principales índices bursátiles de EE. UU. alcanzaron máximos históricos al cierre de junio, con el Nasdaq subiendo un 26% desde abril y cerrando en un récord de 20.601 puntos. El S&P 500 y el Dow Jones también registraron ganancias, con aumentos del 5,5% y 3,6% en lo que va del año, respectivamente.

Este repunte se atribuye al optimismo sobre las ganancias corporativas, la disminución de los temores arancelarios y un mercado laboral resiliente. Además, la expansión de la infraestructura de inteligencia artificial y el aumento de las ganancias en los sectores tecnológico y de atención médica respaldan esta trayectoria positiva. Sin embargo, persisten desafíos como tasas de interés elevadas, preocupaciones inflacionarias y tensiones geopolíticas.