Hace tiempo que los fondos de capital privado fijaron el sector agrícola como campo de crecimiento para los próximos años. MCH Private Equity, la gestora española que tiene a Jaime Hernández Soto y José María Muñoz como socios fundadores, compró en 2020 la empresa Iberian Premium Fruits (IPF) y desde entonces inició una carrera de adquisiciones de firmas rivales y complementarias para engordar la compañía. La última operación acaba de sellarla en Portugal con la adquisición de Vale Da Rosa, empresa especializada en la producción de uvas sin pepita que entró en reestructuración hace meses.
La empresa española, que está presente en 15 países (Francia, Alemania y Austria, entre otros), da el salto así al país vecino, donde todavía no tenía presencia. Lo hará de la mano con Sanlucar Fruit, otra compañía española del sector, que precisamente esta misma semana ha anunciado su entrada en Francia a través de la empresa francesa Buonanno. La operación ya ha sido sellada y trasladada a las autoridades de competencia del país, que previsiblemente darán el visto bueno en las próximas semanas.
La operación llega tras un proceso de reestructuración (Plan de Recuperación, como se conoce en Portugal) que Vale Da Rosa ha llevado a cabo y ha sido recientemente aprobado por la mayoría de los acreedores, incluida la banca. El visto bueno a la continuidad del negocio a partir del cambio de manos que dará una segunda vida a la empresa ha sido posible, gracias, entre otros motivos, a que las entidades financieras han aceptado una significativa quita al dinero adeudado.
Surgido de la unión de las compañías valencianas Llusar y Torres, IPF es una compañía de la cartera de MCH que ha protagonizado una etapa de crecimiento inorgánico muy marcada. Sin ir más lejos, la empresa integró en diciembre a la también valenciana The Natural Hand, firma dedicada a la producción y comercialización de caquis y cítricos de calidad. Antes, en 2023, compraron V-Ros para entrar en la producción de clementinas con hoja.
Con esta operación, IPF superará ya las más de 1.000 hectáreas de producción propia que tenía hasta ahora sumando sus tierras en el hemisferio norte (España) y en el sur (Sudáfrica). Contaba hasta el momento con cuatro instalaciones productivas con más de 60.000 metros cuadrados y una fuerte posición en marcas propias y en el segmento premium gracias a que cuenta con variedades protegidas.