El Congreso de los Diputados ha aprobado la reforma del Convenio Económico entre Navarra y el Estado, permitiendo a la comunidad foral regular, gestionar, inspeccionar y recaudar dos nuevos impuestos: uno sobre grandes grupos multinacionales y nacionales, y otro sobre el margen de intereses y comisiones de ciertas entidades financieras. Esta reforma, la octava desde 1990, también amplía competencias navarras en el Impuesto sobre la Renta de no Residentes y establece cambios en el tratamiento fiscal de empresas navarras, como el umbral de operaciones para la tributación relativa y el régimen de IVA a la importación.
La modificación fue tramitada por vía exprés en lectura única y ahora pasará al Senado. PSOE, PNV, EH Bildu y Sumar respaldaron la medida, mientras que Vox votó en contra argumentando que genera desigualdad, y Compromís se abstuvo. La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defendió la constitucionalidad del Convenio y su adecuación ante reformas tributarias. UPN y PP también participaron en el debate, aunque este último criticó al Gobierno por pactar con EH Bildu. El acuerdo incluye también un ajuste fiscal sobre líquidos para cigarrillos electrónicos.