El Gobierno de Corea del Sur ha afirmado que «mejorará» su política arancelaria después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya anunciado este lunes que impondrá un gravamen del 25 por ciento a todas las importaciones de Seúl, y haya amenazado con represalias en caso de que el país asiático responda con medidas similares.
El Ministerio de Industria surcoreano ha considerado la carta del inquilino de la Casa Blanca «como una extensión de facto del período de gracia para imponer aranceles recíprocos hasta el 1 de agosto» en un comunicado en el que ha prometido además acelerar las negociaciones con vistas a alcanzar un acuerdo comercial con Washington mutuamente beneficioso.
Desde la cartera ministerial han asegurado que «aprovecharemos esta oportunidad para impulsar industrias clave a través de la asociación para el renacimiento de la industria manufacturera entre nuestros dos países, al tiempo que mejoramos los sistemas y normativas nacionales, áreas de especial interés para Estados Unidos en sus esfuerzos por reducir el déficit comercial».
Seúl ha respondido así a la carta difundida por el presidente Trump y que ha coincidido con la visita de los máximos responsables de comercio y seguridad de Corea del Sur en Washington en un intento de última hora por evitar los aranceles punitivos, según recoge la agencia de noticias Bloomberg.
«Por favor, comprenda que el 25 por ciento es mucho menos de lo que se necesita para eliminar el déficit comercial que tenemos con su país», reza la misiva.
Trump ha exigido además al país asiático que no adopte aranceles de represalia, ya que la cifra que fije por su cuenta se sumará al 25 por ciento ya anunciado por Estados Unidos. En este sentido, el mandatario ha calificado los déficits mantenidos con sus aliados de Oriente de «insostenibles» y de «graves amenazas» para la seguridad nacional y la economía.
Estados Unidos es el segundo destino de las exportaciones surcoreanas después de China, con un 18,7 por ciento de los envíos al exterior por valor de 127.800 millones de dólares (108.850 millones de euros) el año pasado, según Bloomberg.