Standard Chartered estima que el crecimiento del PIB de China en el segundo trimestre de 2025 se moderó al 5,1% interanual, una desaceleración respecto al 5,4% registrado en el primer trimestre. En términos trimestrales ajustados estacionalmente, el crecimiento fue del 0,8%, frente al 1,2% del trimestre anterior.
Esta ralentización se atribuye a factores como la disminución de la inversión privada, presiones deflacionarias y un sector inmobiliario en dificultades. Aunque el gobierno ha implementado medidas de estímulo y ha promovido el consumo interno, persisten desafíos estructurales que podrían afectar el crecimiento a largo plazo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza su previsión de crecimiento para China en 2025 al 4,6%, citando el optimismo derivado de las medidas de estímulo implementadas por el gobierno .